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San Nicolás y el Diablo
Photo © Comune di Borgo a Mozzano
Photo © Comune di Borgo a Mozzano

Viaje entre las tradiciones navideñas en Garfagnana y el Valle del Serchio Medio

Desde las leyendas hasta los dulces típicos

Son numerosas las tradiciones navideñas en Garfagnana y el Valle del Serchio Medio, muchas de ellas muy antiguas, algunas muy conocidas y otras más misteriosas. Desde las leyendas hasta los dulces típicos, estos son algunos de los rituales de esta tierra llena de encanto.

Índice
  • 1.
    Natalecci de Gorfigliano
  • 2.
    La Mandolata de Santa Lucia
  • 3.
    La Befana de Barga
  • 4.
    San Nicolás y el Diablo en Borgo a Mozzano
1.

Natalecci de Gorfigliano

Nataleccio
Nataleccio - Credit: Pietro Guidugli

Aquella de los Natalecci es una de las tradiciones más antiguas de Garfagnana. Cada año, en la noche del 24 de diciembre en Gorfigliano, un pueblo del Municipio de Minucciano, se lleva a cabo el rito: hogueras cilíndricas muy altas, construidas entrelazando ramas de enebro en un palo de castaño, se colocan en las colinas más visibles del pueblo y se prenden fuego al sonido de la campana que indica el inicio de la oración.

El origen de este rito está probablemente vinculado a los rituales paganos del fuego que tenían la función de purificar y destruir todas las influencias negativas, como las brujas, los monstruos y los hechizos. La ceremonia era también una celebración al sol para asegurar la luz, tuvo lugar durante el solsticio de invierno cuando los días comienzan a alargarse. Las señales que daba el fuego, su intensidad, la dirección del humo, se interpretaban como señales de presagio sobre las cosechas y otras cosas más. Con el surgimiento del Cristianismo, al principio estaban mal vistas, pero luego la iglesia cristiana comenzó a asociar el sol con la imagen de Jesús, y de hecho todavía se llevan a cabo en la víspera de Navidad y se llaman "Natalecci".

1.

La Mandolata de Santa Lucia

La mandolata de Santa Lucia
La mandolata de Santa Lucia - Credit: Alberto Cresti

Es una tradición del Rione Santa Lucía, uno de los pueblos históricos de Castelnuovo Garfagnana. Su receta se ha transmitido de padre a hijo desde tiempos inmemoriales y se prepara cada 13 de diciembre - para Santa Lucía, la protectora de los ojos. Miel de castaño cocida y las nueces finamente picadas y calentadas al punto justo son los simples ingredientes de este tipo de crocante que se trabaja a mano, con un arte muy especial y fascinante de observar: la miel cocida se trabaja primero durante mucho tiempo formando una larga trenza que se voltea varias veces y luego se une a mano a las nueces, también calentadas para formar al final un rectángulo entre dos hojas de hostia.

1.

La Befana de Barga

La Befana de Barga
La Befana de Barga - Credit: Il Giornale di Barga

La tradición de la Befana, la simpática anciana que cada año en la noche entre el 5 y el 6 de enero visita a los niños, es muy popular en toda Garfagnana y Valle del Serchio Medio. En Barga, este vínculo tiene raíces muy antiguas e incluso se menciona en los Estatutos del 1366. Existen numerosos homenajes dedicados a ella, incluyendo las conocidas canciones de la Befana, llamadas canciones de Questua (usadas para "pedir dones"), y no solamente en Barga son populares, sino también en todas las zonas vecinas, grupos de niños y adultos disfrazados de brujos van de casa en casa a cantar y a cambio se les suele ofrecer dulces, bebidas o pequeños regalos. En Barga la tradición requiere que, concluido el turno de las canciones, se vaya a la Plaza Angelio, alrededor de una gran hoguera, para hacer una ronda entre todos.
Fueron estas canciones tradicionales de questua las que inspiraron, en el 1897, a Giovanni Pascoli, hijo adoptivo de esta tierra, uno de los poemas más conmovedores, La Befana:

Llega, llega la Befana,
llega de las montañas a altas horas de la noche.
¡Qué cansada está! La rodea
nieve, escarcha y viento del norte...

Al final de la noche, cuando se terminan los cantos y las hogueras, la Befana entra en escena, montando una escoba o un burro, llega a las casas para llevar regalos a los niños buenos y carbón a aquellos pícaros.
La Befana espera entonces a los niños, pero no sólo, también en su pequeña casa de Pegnana, en la montaña de Barga, donde la anciana no desdeña las visitas de los niños para darles un simpático dulce hecho con moldes de varias formas: animales, peces, flores, conejos, sol, corazones... son los biscotes de la Befana. Son hechos con pastafrola y mazapán, todo ello según una receta que, en sus múltiples variantes, se transmite desde hace años en las familias de este pueblo, y que es diferente de aquellos llamados befanotti y que son más conocidos.

1.

San Nicolás y el Diablo en Borgo a Mozzano

San Nicolás en Borgo a Mozzano
San Nicolás en Borgo a Mozzano - Credit: Comune di Borgo a Mozzano

Se dice en estos valles que en la antigüedad San Nicolás bajó de los Alpes a Toscana para llevar regalos a los niños de los pequeños pueblos; mientras estaba en Borgo a Mozzano se encontró con el Diablo en el puente, pero fue San Nicolás quien dió el buen ejemplo, haciendo brillar la luz de la paz y el amor. Esta luz se evoca cada año el primer domingo después del 6 de diciembre con el evento "San Nicolás y el Diablo". En una procesión con todos los niños, San Nicolás cruza el antiguo centro histórico de Borgo a Mozzano para llegar al Puente del Diablo, entregando a cada niño una vela encendida como símbolo de la luz de la paz y el amor. A la vuelta de la procesión todos los niños abrazan a San Nicolás y reciben regalos por parte de él.

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