La emoción corre a lo largo del río

El barranquismo es una experiencia que penetra en todos los sentidos, significa remontar ríos desafiando la corriente, descubrir espectaculares y profundas gargantas excavadas por los ríos mismos durante las eras geológicas, desde cuyo fondo apenas se ve el cielo. Como el desfiladero que inspiró a Dante y sus paisajes infernales que encontramos a los pies de los Apeninos en el lado de Lucca: el Orrido di Botri, un cañón en algunos lugares muy estrecho rodeado de ambientes rocosos donde el hombre no ha puesto su mano e impregnado de una atmósfera encantada.

El cañón más profundo de toda Toscana, cuyas escarpadas paredes rocosas pueden alcanzar hasta 200 metros de altura, está cubierto de una rica vegetación y en sus laderas hay hayas con inusuales formas ascendentes en busca de la luz; las paredes, muy cercanas en algunos puntos, permiten filtrar poco los rayos del sol, creando un clima especialmente fresco y húmedo, hasta el punto de que las hayas pueden vegetar en la franja climática más baja de su área de distribución natural. 

Un paisaje insólito, pero en absoluto el único del territorio toscano con estas características. Lunigiana también esconde un lugar tan salvaje como espectacular, que hay que explorar con el agua hasta las rodillas y la nariz hacia el cielo: los Estrechos de Giaredo y sus paredes de color rojo hígado. Entre saltos y deslizaderos, el Río Selvano y el Sierra de Garfagnana permiten vivir experiencias de barranquismo en frescas aguas que son entre las más bellas de toda la región. Algunos cursos de los ríos han creado valles más abiertos y son adecuados para montar en un bote insumergible, perfecto para recorrer los rápidos y divertirse más que nunca haciendo rafting.

También en Garfagnana hay muchas aventuras de remo de todos los niveles, desde experiencias tranquilas en el río Serchio, perfectas para el bautismo en esta disciplina, hasta aventuras de descenso en el río Lima, donde no olvidarás sus cañones.

El caudal de agua que baja de los Apeninos llega hasta el centro de Toscana: el río Elsa, en la zona de Siena, y el Ombrone, en Maremma, ofrecen inesperados senderos fluviales y experiencias de piragüismo suave y kayak.

Si prefieres las aguas tranquilas a las corrientes, el lago de Bilancino es justo lo que necesitas; con las canoas y los kayaks podrás dar rienda suelta a tu deseo de hacer deporte y disfrutar del aire libre. Espejo de agua artificial entre los más grandes de Italia, se inserta en el contexto del hermoso Mugello. En la orilla nororiental del lago hay una zona que no puede ser más natural: un precioso tesoro de biodiversidad, el Oasis de Gabbianello del WWF es un humedal que alberga especies de aves raras como la cigüeña blanca, el flamenco rosa, la grulla y el águila pescadora. Un paraíso para los observadores de aves y para los amantes de los deportes acuáticos, con algunas playas incluidas para tomar el sol.

Con un remo en la mano y siguiendo el flujo de la naturaleza, atravesarás zonas no contaminadas pero también pasarás por pueblos históricos o en pleno centro de la ciudad: en kayak, canoa, bote inflable, a lo largo del río Arno, con sorprendentes miradores y panoramas inéditos de la Ciudad de la Flor. Una forma completamente nueva de conocer Florencia, "a contracorriente", al aire libre, una experiencia que se puede disfrutar remando desde un surf con remo que también es accesible para personas con ciertos tipos de discapacidad.

Las vías azules que recorren Toscana, de hecho, de norte a sur, son totalmente disfrutables y explorables gracias al surf con remo, el medio perfecto para practicar el senderismo fluvial y descubrir cada barranco fresco.