Llegar a Capraia significa desembarcar en una lugar incontaminado y salvaje, cuyo pueblo es un verdadero rincón de paraíso fuera del tiempo. La isla de Capraia, que desde el 1996 forma parte del Parque Nacional del Archipiélago Toscano, es la meta ideal para una escapada romántica o para los amantes del mar, que aquí tendrán la oportunidad de disfrutar de su pasión entre el buceo, esnórquel y paseos en barco y podrán descansar en deliciosas calas o playas acogedoras y encantadoras.
Los griegos bautizaron la isla alrededor del año 1000 A.C. como Aegylon, que significa "lugar de cabras". El nombre Capraia, del latín Capraria, deriva a su vez del etrusco capra, que, contrariamente a lo que se podría pensar, significa roca. Aunque la asonancia sugiere algo más, la etimología de la palabra alude al origen volcánico de la isla y a su naturaleza escarpada y rocosa.
El terreno lávico, que antes estaba cubierto por un espeso manto boscoso, actualmente presenta una vegetación arbustiva, típico del matorral mediterráneo. Adentrándose es fácil quedarse atrapado por el aroma de mirto y ser atraídos por los coloridos frutos del madroño. La vegetación está formada principalmente por pinos, encinas, adelfa silvestre y algunos alcornoques.