Cúpula de Santa Maria del Fiore
La obra maestra de mampostería de Brunelleschi, que sigue siendo la más importante jamás construida
La cúpula de la Catedral Santa Maria del Fiore Duomo de Florencia, es la famosa construcción diseñada por Filippo Brunelleschi. En su momento fue la cúpula más grande del mundo y hoy sigue siendo la más grande de mampostería jamás construida, con un diámetro de 45,5 metros.
Cuando Filippo Brunelleschi recibió el encargo de continuar las obras en el 1420, la disposición general de la cúpula y el diseño ya estaban establecidos gracias al trabajo de sus predecesores (Arnolfo y Talenti). El diámetro interior se acercaba al límite máximo de cualquier tipo de cúpula de mampostería construida en la época.
En lugar de recuperar técnicas precedentes, Brunelleschi inventó una nueva, basada en la "forma de
construir" que usaban en Roma antigua y en las experiencias de construcción medievales orientales. Evitando cualquier tipo de discontinuidad en la mampostería y permitiendo una construcción más fácil de los soportes de madera necesarios para sostener este tipo de estructura, la nueva técnica de construcción hizo posible construir una cúpula de tales dimensiones.
La forma de los ladrillos, llamados "de espiga", permitió a Brunelleschi construir los listones de los muros, cada uno con una especie de gancho vertical para los enganches sucesivos. De este modo, la cúpula es de hecho una estructura autoportante y expansiva.
El resultado es innovador y sorprendentemente moderno. La cúpula consta de dos casquetes ojivales unidos entre sí; la cúpula exterior, más ligera, protege a aquella interior de las intemperies, mientras que las dos trabajan juntas gracias a las potentes nervaduras de conexión.
Encima de la cúpula se encuentra la lumbrera con cobertura en forma de cono, realizada siempre según el proyecto de Brunelleschi, después de su muerte (1446), y la bola de cobre dorado con la cruz, obra de Andrea del Verrocchio, que se colocó en el 1466.
En el interior, la cúpula está decorada con un extraordinario ciclo de frescos sobre el tema del Juicio Final, pintados entre los años 1572 y 1579 por Giorgio Vasari y Federico Zuccari.
